sábado, 12 de noviembre de 2011

La atención de un Dios excelso


Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde,
Más al altivo mira de lejos.

(Sal 138:6)

La escritura tiene la particularidad de hacer entender al hombre quien es Dios. Este pasaje expresa parte de sus atributos y como procede en ellos. Nos dice pues el pasaje que El es “Excelso”, podríamos pensar que es simplemente un elogio del Salmista David y que solo es aquello que este logra ver. Pero este elogio es una expresión de sí mismo, es una expresión de un corazón que conoce a Dios. No siendo palabras por mente humana sino por inspiración divina. Nos compromete el corazón y el entendimiento queridos lectores, a decir y aceptar que él es excelso por sí mismo. Esto quiere decir que él es en gran manera elevado tanto que el hombre no es digno de conocerlo, por su real bajeza y suciedad. A tal punto que muchos de sus misterios son tan altos que no lo podríamos entender y en otro salmo exclama: “… Alto es, no los puedo entender…”

Si entendemos y conocemos por nuestros propios meritos a Dios, es porque aun no le conocemos; El es demasiado elevado para nosotros, no llegaríamos por ningún medio de humana sabiduría. El es demasiado elevado para nosotros.

El Dios infinito y personal, poderoso y glorioso; no puede ser admirado por la voluntad humana. Este es el verdadero Dios; “excelso, elevado y eminente”. Tal es la excelencia que el hombre en su bajeza y naturaleza caída no podría conocerlo jamás. Sin embargo este Dios que es el único Dios. Este Dios que es la máxima expresión de gloria y excelencia. Este Dios… “Atiende al humilde”

Oh! Qué gran consuelo es este queridos lectores, aquel que esta vestido de luz y hermosura… atiende aquel que se humilla.

Esta es una promesa poderosa, como todas las que se hallan en la Biblia. Aquel que confiesa su pecado, Dios lo atiende y perdona. Aquel que se humilla y cae desplomado por su pecado ¡El le levanta! El que llora por su pecado, con una tristeza santa, pura y humilde ¡El lo consuela! ¿Cuantas cosas esconde la humildad? El carácter de Dios es por su atención y su atención es para el humilde. El mayor anhelo que podríamos guardar en nuestros corazones es pasar de la altivez a una humildad genuina y bíblica, sería como llegar al mismísimo paraíso. Que vida tan bienaventurada seria esa ¿No creen?

Cuantas cosas esconde la humildad, el carácter de Dios cuando él nos atiende, y el nos atiende cuando nos humillamos. Si es así. Entonces pasemos por la puerta de la humillación; arrastrémonos y pasemos por la puerta baja de la humildad y lleguemos a su atención. Esta es una decisión obligatoria y al mismo tiempo la mejor de todas.

Es la mejor decisión porque tenemos su atención y es lo mejor que podríamos tener y desear ¡Oh, que glorioso es Dios! ¡No sería lo mejor de todo captar su atención? Así como Ester delante del rey pidiendo misericordia al tener su atención ¿Como seria nosotros intercediendo ante su corazón presto a nuestras peticiones? Es una imagen sumamente hermosa ¡El nos atiende cuando nos humillamos!

Pasemos pues por la puerta de la humildad, arrastrándonos, sabiendo que nada podemos hacer sin Él, mendigando el pan de vida, pobre de espíritu y finalmente atendido y consolados por su divino amor. Es obligatoria dicha decisión, porque por lo contrario seriamos altivos, ya que para Dios no hay término medio, para él no hay un vaso medio lleno o medio vacío. Esas son perspectivas humanas, y Dios dice: -humilde o altivo cada quien tendrá lo que se merece según mis Palabras.-

El altivo es mirado de lejos a la atención soberana de nuestro Creador. Su mirada misericordiosa está lejana al hombre altivo, y por ende ajena a la vida de él. Ya que Dios mira el corazón del hombre; ¿Qué tan terrible debe ser su corazón para que Dios lo mire de lejos? ¡Qué detestable debería ser nuestra propia altivez para un Dios airado! ¿Cuánto más para nosotros mismos? Pues es nuestra vida y nuestra integridad la que se pone en juego.

El atiende al humilde y mira de lejos al de corazón altivo; mas su justicia es esta, para aquellos que claman por gracia y lo hacen con humildad, mas para aquellos autosuficientes su mirada está lejos… El humilde esta bajo sus alas y su regazo es un dulce deleite para él. El altivo por otro lado es mirado de lejos, solo y sin Dios.

¡Seamos humildes pues nada podemos sin El!

miércoles, 6 de julio de 2011

Lo finito en comunión con lo infinito


Si es verdad que hay cosas innumerables, inmedibles,e incomparables, y parece que a tal grado la infinidad si existe y es existente. Pero no por el hecho de que sea obvio. Sino que nuestras mentes finitas, no pueden percatar todas las cosas. No puedes contar la arena del mar y ni siquiera medir el tamaño del cielo, o descomponer sus componentes para entenderlos, contar sus criaturas, analizar la infinidad de colores, sus conductas, su corazón, su alma o su sonido. Parece que en sí misma se aclara y que es con total veracidad infinita la creación; además de eso vemos que siempre ha estado allí: moviéndose, viviendo, compartiendo con nosotros aunque nuestro vil corazón y nuestra orgullosa mano, devuelva no exactamente aquel amor que nos dio. Si a la verdad doy puntuación a Dios, adoración a su nombre por lo creado, pero detengo mi vista en el cielo y digo si así es su creación ¿Cuánto más será su creador? ¿Acaso no es quien mide la arena del mar, el que le da medida a las aguas y sabe cuántas hay? ¿Acaso no es aquel que detiene la briza y hacer callar la tempestad? Si El se revela en su creación y la infinidad de sus atributos, su fidelidad es inmovible como los montes, su misericordia del tamaño del cielo, su paz es más exhaustiva que el mar, su amor. OH su amor, no tiene descripción, no tiene comparación aun dentro de lo que vemos y somos, sabemos que su amor fue visto y puesto en su muerte. Pero acaso entendemos la profundidad de ello, acaso hemos sentido aquel dolor, o aquella pasión de un hombre adolorido dirigiéndose a la muerte buscando la vida y la libertad de su amada. ¿Sientes o piensas tal cual para entenderle?

¿Conoces a Dios?

Y...

"Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová." Jeremias 9:23,24 (cursivas añadidas)


sábado, 2 de julio de 2011

Habitantes de la adoración

La pasión se alza en la adoración; cual fuego pone para que nuestras voces se incendien, y que nuestra almas sean incienso de admiración y humillación, fragante olor por Él y para El es necesario el dolor del pecado acompañado por el anhelo de la santidad. ¿Cómo no decirle a nuestra alma; adora a tu a Dios y bendice su santo nombre? (sal 103:1) El derramar nuestra alma en cualquier circunstancia; especialmente en el momento de la aflicción, donde no existe nada mejor que volver al propósito de nuestra existencia. Y como dice el poeta: “Cantar desde el nido significa poder volar.” Ahora bien, cantemos con regocijo, en silencio, o con tristeza; pero elevemos nuestras almas para acercarnos al corazón de Jesús, y por otro lado nuestro corazón sea tierno como un hijo frente a su Padre. Sea nuestro corazón un cofre de perfumes, poemas, tesoros y dadivas sin igual; originales, incondicionales, incalculables, y llenos de honestidad. Cual dulce refugio y fortaleza es el Señor queridos hermanos. Sea la adoración el sublime camino para llegar a tal lugar; sea nuestros pensamientos un albergue de dedicación a su nombre; sea nuestro proceder inspirados por tales pensamientos, sin guardar ni una sola pisca de incredulidad o duda; por lo contrario sean pensamientos puros y santos tales idénticos a los requeridos por su dulce Carta (Fil 4:8-9). Adórenle con salterio, guitarras y teclas, adórenle en silencio, adórenle a cada instante sin parar y sin contenerse por obedecer, adórenle por cada segundo de su misericordia, y por cada instante de su amor, adórenle por ser El…

Por otro lado ¿Cuánto no necesitamos de ella, de tan dulce deleite de morar en alabanza y juntamente con ella morar con Dios? (Sal 22:3) Nuestra alma lo necesita aunque muchas veces la carne nos mantenga ciegos, y muchas veces no los diga el Espíritu, ya que esto es una realidad transcendental digna de creer y Satanás hará lo que sea para que no creamos o que ignoremos el poder guardado en el agradarle y en ese mismo acto de agradarle se encuentra la maravillosa alabanza. No nos llenemos de culpa y temores por pecados pasados, caminemos a tal sublime sendero de admiración y humillación buscando su rostro, porque allí en su presencia hay renovación de lo pasado y claridad de lo futuro. Démosle la importancia que el Dios de gloria merece, apartemos lo que tengamos que apartar, consagremos lo que tengamos que consagrar por un instante en su presencia y en medio de todo eso, oír su voz… Busquemos eso mismo y como dice Eugene Peterson “La adoración es la estrategia por la interrumpimos nuestra preocupación por nosotros y vamos a la presencia de Dios”. Ahora bien hermanos dediquémonos a ser los mejores estrategas.

domingo, 17 de abril de 2011

Deseos de mi alma...

Dios pues rindo mis dedos a ti al igual que mis sentimientos aunque no se los de lo cierto que pongo en este escrito, intento disolver lo opuesto. En la tarde en la mañana en las presiones, en las ficciones, en las lumbreras, en lo visible, en lo audible, en los segundos, en lo tormentos, en las sonrisas, todo Oh Dios me es vanidad. Y tristeza como ninguna meditada, y compleja, pesada, y diferente. Revolotean pensamientos inciertos y actitudes frívolas, ¿De dónde viene esto? ¿No es acaso de mi propio corazón, y de la fuente de mis inconformidades?...

Distinto me siento entre todos, no sé si sea la solución entenderme entre ellos, y ellos romper mis sueños. O alzar mi voz a lo más lejos de lo incomprensible, y descomprimir mis fabulas, mis líneas, mis propias ideas. No sé si descifrar la solución o encajarme en mis palabras, y de alguna manera menguar en ellas, de alguna manera despejar lo ficticio de sus conversaciones, e investigar en lo profundo de mis motivos. Motivos que me llevan como hoja en el viento, que me llevan como pez en el agua, en las líneas divisorias del mundo. ¿Tartamudo de la verdad? Hasta cuando detendré el gozo de predicar, y retornar en tus estatutos, ¡parándome firme en el calzado que me has dado!

Romper mis miedos y hacer resplandecer la luz de tu salvación, descifrar mis dudas y rendirme completamente a tus palabras. ¿Cuál coraza en mi corazón, despoja mis más íntimos y fuertes deseos? Deseos que mueven las lagrimas, deseos que iluminan las mentes reprobadas, y aun la mía se siente opacada ante aquello que me concedes. Y que yo ¡Oh Dios! con cuanta bajeza, con cuanto desprecio me he visto ante la mirada de mi conciencia ¿Cuanto más Tu Santísimo Dios?

Quisiera; desbocarme en amor por todos, sin importar el dolor. Ser valiente al frente de toda columna de temores, quisiera ser como el viento ir y venir en dirección por tu voz Señor. Quisiera ser como tus profetas, que hablaban ante aquellos que tenían poderío sobre los ejércitos y una sola orden los destruiría…